INICIOS DE LA GUERRA DEL PACÍFICO: ABRIL AL 19 NOVIEMBRE 1879

 Por: César Huertas

Ante la declaratoria de guerra de Chile al Perú el 5 de abril de 1879, las acciones iniciales las tomó la escuadra chilena, compuesta por dos acorazados blindados y seis buques de guerra, de madera, iniciando la guerra con el bloqueo del puerto de Iquique, lugar donde con anterioridad ya habían llegado 2000 hombres peruanos para mantener el orden en ese puerto[1]. Así mismo, parte de la mencionada armada bombardeo pequeños puertos al norte de Arica. Todo esto sucedía mientras los barcos peruanos se hallaban reparándose en el Callao hasta mediados del mes de mayo. Solo el Huáscar era acorazado (inferior a los buques chilenos), el resto de madera

Con esa gran ventaja ¿por qué la flota chilena en lugar de bloquear Arica no se dirigió al Callao? o ¿por qué no desembarcó en Iquique cercano a las salitreras de Tarapacá?

El 16 de mayo la flota chilena comenzó a moverse de Iquique hacía el Norte, ese mismo día el presidente Ignacio Prado, como Director General de la Guerra, se embarcó hacia Arica, llegando el 20 de mayo con 3 barcos de transporte que llevaban soldados , así mismo con el Huáscar y el Independencia, continuando estos navíos hacía Iquique para romper su bloqueo, en dicho lugar encontraron solamente a los buques chilenos Esmeralda y Covadonga, produciéndose el combate de Iquique el 26 de mayo de 1879 (habían pasado 46 días desde la declaratoria de guerra, ¿qué había hecho durante este tiempo la flota chilena y el ejército chileno? . Los resultados y detalles de ese combate lo conocemos,  el Huáscar hundió al Esmeralda y el Independencia por perseguir a un buque más pequeño, el Covadonga, encalló y luego se hundió.

El Huáscar, con el Contralmirante Miguel Grau al mando, continuó durante 5 meses con una incansable labor sobre las costas de Arica a Antofagasta, llegando inclusive a Valparaíso, tanto cañoneando como capturando buques, sin ser atrapado por la poderosa flota chilena, compuesta de dos acorazados blindados Tomas Cochrane y Blanco Encalada, con 6 cañones de 300 cada uno, acompañados de 6 buques de guerra, contra el Huáscar que solo tenía dos cañones de 300.

Pronto comenzaría a sentirse el descontento entre la población y autoridades chilenas, por las hazañas del Huáscar. Debido a ello. el 5 de agosto se levantó el bloqueo de Iquique, reagrupándose la flota chilena en Antofagasta y el 12 de agosto de recompuso su comando, cambiando a William Rebolledo por Galvarino Riveros, así mismo se hizo mantenimiento a los buques, al término del cual la única tarea que tenía la flota era dar caza al temible Huáscar.

En su última travesía, de Arica hacia Antofagasta, Grau solicitó el mantenimiento de la quilla del buque para que tenga una mayor maniobrabilidad, se le negó el pedido y Prado le ordenó zarpara al sur.

Llegando el aciago día, que se diera el 8 de octubre, donde el Huáscar y la corbeta de madera Unión [2]se enfrentaron a una flota entera, en punta Angamos (Mejillones), quedando tras el heroico enfrentamiento, el paso a la inmortalidad de Grau. Fueron sucediéndolo en el mando otros heroicos marinos, hasta que ya completamente indefendible se dispuso la apertura de sus válvulas para ser hundido por los tripulantes peruanos, sin embargo fue abordado por los chilenos, no pudiendo hundirse.

Mientras, ¿qué hacía el ejército chileno?, nada, se mantuvo inactivo, acantonado en Antofagasta, esperaba este desenlace para recién movilizarse, no querían ingresar a territorio peruano hasta que no sean dueños del mar.

Recién el 2 de noviembre la escuadra en pleno se presentó en Pisagua con 19 buques y 10,000 hombres, mientras que quedaba en Antofagasta una reserva de 8 a 9 mil hombres. Frente a esta maquinaria de guerra solo había 2 cañones de 100 y 900 soldados[3], que defendieron Pisagua durante 8 horas.

Los chilenos habían desembarcado en Pisagua con el propósito de interponerse entre las fuerzas de Tacna-Arica y las de Iquique. Capturado Pisagua, decidieron ir hacia Dolores, adelantando una columna, esta localidad era un nudo de comunicaciones, la cual se fue reforzando en los días siguientes, tomando el cerro San Francisco (245 metros) como un fuerte natural, con una solida artillería de 32 piezas y ametralladoras, posesionada en dicho bastión, esperando el accionar de las tropas aliadas.

Prado, en Arica, ante la toma de Pisagua, había planeado que el general boliviano Hilario Daza (presidente de Bolivia), al mando de 3000 hombres, marchara hacía al sur y ataque a los chilenos en forma simultánea con el ejército de Iquique, al mando del General Buendía, quien partió hacia Dolores dejando en Iquique una división a cargo del coronel José Miguel de los Ríos. Es preciso mencionar que durante todo el tiempo transcurrido de la guerra, Iquique no había recibido ningún tipo de abastecimiento, ni víveres, ni ropa, pese a los insistentes pedidos.

Inicialmente el coronel chileno Emilio Sotomayor se había emplazado en la explanada de la parte inferior del cerro denominada Santa Catalina para presentar combate a las tropas aliadas. El temor cundió cuando se enteraron que venía la columna de Daza, por lo que tomaron una posición defensiva en el cerro San Francisco.

El ejército aliado llegó a Dolores, donde se enteraron de la deserción del general Daza, quien había salido de Tacna el 8 de noviembre, habiendo llegado a la quebrada de Camarones el 14, donde detuvo su marcha, y el día 16 decidió dirigirse a Arica, con el total desaliento de sus soldados. El coronel boliviano Eliodoro Camacho fue testigo de las idas y vueltas del general Daza, acusándolo de eludir el combate, razón por lo que lo depuso en Tacna. Daza[4] huyó a París, donde mas adelante haría un manifiesto de su actuación.

Tanto las tropas peruanas como las chilenas se enteraron que Daza no participaría en el enfrentamiento en Dolores. El general Buendía quiso atacar el mismo día que llegó, el 19 de noviembre; el coronel Suarez, su segundo, lo convenció dos veces que la tropa tenía que reponerse de la larga marcha  y tomar sus alimentos. Los chilenos observaron a las tropas aliadas que iban a vivaquear (descansar). Y aquí sucede algo impensable y fatídico, cuyo suceso no es claro, por las versiones que existen al respecto. Según Gaivano las tropas bolivianas o parte de ellas estaban desalentadas porque no iba a llegar Daza, entonces surgieron, al atardecer, disparos hacia los chilenos del ala izquierda donde estaban los bolivianos[5]. Los chilenos reaccionaron descargando sus baterías sobre ese sector.

Esta acción sorprendió a todos porque el ataque aliado estaba previsto para el día siguiente. Pero esta acción solo comprometió,  al sector izquierdo de los aliados, muriendo heroicamente en ese enfrentamiento Ladislao Espinar [6, quien subiendo tercamente las laderas de San Francisco, recibió un tiro en la cabeza. En realidad no hubo un combate generalizado, Gaivano al respecto manifiesta “Por consiguiente, la batalla de San Francisco no fué, como hecho de armas, mas que una simple escaramuza, una simple tentativa aislada de una sola división del ejército perú-boliviano contra el de Chile…”

El mismo Vicuña Mackenna también lo manifiesta: “No fué la de San Francisco propiamente una batalla…..”, es más lo chilenos pidieron mas refuerzos pensando que la batalla sería al día siguiente y que esa escaramuza solo había sido de una fuerza de reconocimiento. Pero ese choque sirvió como pretexto para que las tropas bolivianas se desbandaran ocasionando alarma en los demás combatientes peruanos.

¿Por qué el resto de la tropa peruana no se comprometió? Es algo que les debo, mis investigaciones no han llegado ahí. Revisaré a Dellepiane, quien es detallista de las batallas. En las II Jornadas Históricas de Tacna y Arica, un conocido historiador peruano, me preguntó: “Ud. como militar, ¿por qué las tropas, después de Dolores, se van a Tarapacá, una quebrada, sin mayor apoyo militar y logístico”. No le supe responder en ese momento. Ahora creo tener la respuesta, no podían ir hacia el norte, hacia Arica, porque la cabeza de playa de Pisagua se había extendido hacia el este y además Tarapacá era una localidad donde podrían encontrar algo de víveres y agua, como así fue. Una vez abastecidos y descansados podrían ir a Arica, bordeando a las tropas chilenas.

 

[1] Ante la invasión de Chile a Bolivia, el presidente Prado había enviado 2000 hombres a Iquique para resguardar el orden. Ante la declaratoria de guerra, se aumento la tropa, con el General Buendía como Jefe del Ejército del Sur.

 [2] Por órdenes de Grau, la corbeta la Unión pudo escapar de la emboscada en que habían entrado.

 [1] Dentro de esta tropa había bolivianos, en su mayoría, según Caivano; parte de los sobrevivientes se retiraron hacía el sur, hasta Agua Santa, donde tendrían otro encuentro con los enemigos el 6 noviembre 1879, denominado el combate de Germania, donde fueron totalmente derrotados por los chilenos.

[3] El general Daza había tomado contacto, con anterioridad, con el gobierno chileno a través de un enviado de él, Rene Moreno. Por esta razón se podría deducir que fue ¨comprado¨ por Chile. Nadie dudaba de su bravura combativa, lo había demostrado en sus guerras internas, así como que marchaba con la mejor tropa boliviana. Después de vivir refugiado en París, regreso a Bolivia, donde fue asesinado. Algunos historiadores dudan de su traición como el boliviano Jorge Abastoflor, quien aduce que había recibido un mensaje de Prado que le decía que su intervención ya no era necesaria. Por otro lado, Chile a todo trance quería Bolivia sea enemigo del Perú.

[4] Existen versiones que los disparos fueron deliberados para iniciar un combate sin previsión de manera de perderlo a sabiendas para poder retirarse a Bolivia, tal como ocurrió, al terminar el combate no quedo ningún boliviano con los aliados, se fueron hacia Potosí

[5] Caivano menciona que en el lado peruano, había incomprensión por parte de la tropa y algunos oficiales frente a Suarez y Buendía. El general Buendía posteriormente sería sometido a juicio por la pérdida de esta batalla.

[6  Espinar, era conocido por su bravura por los chilenos, que lo apodaban "el padrecito", por su calvicie. Fue sepultado por los chilenos, rindiéndose los honores por su heroicidad. 


BIBLIOGRAFÍA;

ABASTOFLOR, J y MICHEL, P. (2021) Video : Visión boliviana de la Guerra del Pacífico.

 https://www.youtube.com/watch?v=ZOxi6Pe5Aiw

CAIVANO, T. (1882) Historia de la Guerra de América entre Chile, Perú y Bolivia. FLORENCIA.
TIPOGRAFIA DELL'ARTE DELLA STAMPA



 

 

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