ACCIONES BÉLICAS EN LA GUERRA HISPANOAMERICANA

Combate de Abtao


Por: César Huertas
 

Como se mencionó anteriormente, poco después de la firma del lesivo Tratado Vivanco -Pareja (27 enero 1865), hubo una rebelión nacional contra Pezet, encabezada por Mariano Ignacio Prado en Arequipa. Cuestión que obligó a Pezet a renunciar. asumiendo inicialmente el general Diez Canseco y a los pocos días, Prado (25 noviembre 1865)[1].

Por otra parte, la flota española se había desdoblado para ir a las costas de Chile, en vista que el contralmirante Pareja había sido nombrado ministro (embajador), en forma adicional, para tal efecto Pareja dejó al capitán de navío Casto Méndez con dos buques de guerra en el Callao.

Pareja llegó a Valparaíso con la flota en setiembre de 1865. Al no llegar a acuerdos que satisficieran sus pedidos, procedió a bloquear los principales puertos de Chile. Acción que permitió que diseminara su flota en el litoral chileno. Por lo que, en Papudo, cerca de Valparaíso, es capturada la goleta Covadonga por la fragata chilena Esmeralda, al mando de Williams Revoredo [2] (26 de noviembre 1865). Victoria que no fue especialmente notable, pero si melló la moral de los españoles y particularmente del Contralmirante Pareja, quién a los pocos días se suicidó.

Por esta razón, el capitán Méndez se incorporó a la flota española en las costas de Chile. Conocedor Méndez que la flota aliada (Chile y Perú) [3] se encontraba en Chiloé, envió dos fragatas de hélice, la Villa de Madrid y la Blanca, al sur de Valparaíso.

El encuentro de ambas flotas ocurrió el 7 de febrero 1866 en la Isla de Abtao. Por razones inexplicables, Williams había dejado el mando aliado a Manuel Villar, cap. de navío peruano. Las fragatas españolas, mucho más modernas, no pudieron vencer a la escuadra aliada conformada por los BAP Apurímac [4] (Villar), Unión (Grau) y América y Covadonga, Lautaro y Varas por el lado chileno.

Combate que se efectuó a distancia (1500 m) y se inició a las 3.30 pm con los disparos del Apurímac y luego con un incesante cañoneo entre ambas escuadras. Al atardecer cesaron el fuego y al día siguiente las naves españolas se dirigieron hacia Valparaíso. El triunfador de la jornada fue Manuel Villar, reconocido mediante una carta de felicitación por Williams.

Poco después el mismo Méndez con su flota haría una segunda incursión sobre Chiloé sin resultados positivos, debido a lo accidentado de los islotes y diversos fondos que había en esa zona, tuvo que regresar a Valparaíso.

En Valparaíso continuaron los reclamos y satisfacciones exigidas por el gobierno español, entre ellas la devolución del Covadonga y que en caso contrario bombardearían las instalaciones de Valparaíso [3]. Tanto los buques de Estados Unidos y de Inglaterra, que se encontraban en la rada del puerto, intermediaron para que ello no sucediera e inclusive llegaron a manifestar que si ello ocurriera intervendrían con sus buques de guerra [6].

Al final no intervinieron las flotas extranjeras, y Valparaíso sufrió un bombardeo que había sido anticipado 4 días antes del 31 de marzo 1866, con la finalidad que la población evacúe el puerto. El mismo día 31, la Numancia disparó dos veces, advirtiendo que en una hora más lo haría. Valparaíso quedó casi arrasada con la destrucción de las instalaciones portuarias y parte de la flota mercante chilena.

Pocos días después, el 14 de abril la flota española zarpó de Valparaíso con dirección al puerto del Callao para realizar la misma misión.

 

Combate del dos de mayo

No fue lo mismo, el Callao se había fortificado tanto con construcciones como con artillería de costa, en la parte naval había solo 2 monitores y 3 vapores de hélice   y también había un contingente del Ejército a cargo del Tte. Crl. Buendía, en caso fuesen a desembarcar los españoles. Estas fortificaciones estuvieron a cargo de ingenieros y gente de toda condición social que deseaba contribuir en dichas construcciones.

La defensa del Callao abarcaba desde la desembocadura del río Rímac hasta casi el final de La Punta. En la siguiente disposición, en la parte norte, a cargo del TC José Joaquín Inclán, los fuertes Junín y Ayacucho (A.A. Cáceres), en la zona central estaban los monitores Loa y Victoria, mas 3 buques de madera, todo al mando del capitán de navío Lizardo Montero. En la parte sur, al mando del coronel G. de la Cotera se encontraban la Torre de la Merced (José Gálvez) y el Fuerte Santa Rosa, además había baterías de artillería que completaban la línea defensiva y canoas- torpedo [7] delante de las baterías.

A ello se sumaron las compañías de bomberos de las delegaciones extranjeras de Italia, Inglaterra, Estados Unidos y Alemania, previstas para apagar fuegos ocasionadas por la artillería española, así como tener puntos de asistencia médica.

El combate, como todos lo conocemos, se efectuó el dos de mayo, la flota española esperó en la isla San Lorenzo hasta las 11 am por la densa neblina, luego de esa hora tomó una alineación en V y se dirigió había las líneas defensivas. Estaba compuesta por 10 buques seis fragatas, 1 goleta y 3 vapores auxiliares, entre los que destacaba la Numancia, un buque acorazado (blindado). Se le imputa a José Gálvez, ministro de Defensa y Marina, que había dispuesto no disparar hasta que ellos (la flota enemiga) lo haga. Es así, que la Numancia, adelantándose a otras naves realizó el primer cañonazo a 1000 mts.

El intercambio de las cargas de artillería se generalizó entre los buques y la defensa costera, sufriendo averías algunos buques enemigos como también en las defensas, siendo la más importante la voladura de la Torre de la Merced (a los 55 min de iniciado el combate) perdiendo la vida José Gálvez y otros 27 valerosos defensores [8].

Al atardecer, a eso de las 6 de la tarde, la nave capitana ordenó el retiro de la flota española con varios buques averiados con algunos muertos y heridos. Tanto españoles como peruanos defensores lo consideraron un triunfo.



[1] Durante ese año la flota española, surta en la rada del Callao, se mantuvo neutral, esperando el cumplimiento de los acuerdos del Tratado.

[2] Williams ya había regresado del Perú donde había solicitado a los rebeldes levantados contra Pezet que los apoyaran con tres buques, dicha solicitud no había sido aceptado por Diez Canseco, quién prefería antes terminar el conflicto contra Pezet.

[3] En diciembre de 1865 ya se encontraban en Chile las fragatas peruanas Apurímac y Amazonas, bajo el mando conjunto de Williams.

[4] En este buque también se encontraba de guardiamarina (cadete) el futuro héroe Leoncio Prado

[5] De acuerdo con las fuentes, tanto Casto Méndez como su tripulación se opusieron a bombardear el puerto de Valparaíso, por insistencia de su gobierno lo hicieron. Se le atribuyen a Méndez, frente a las amenazas de buques ingleses y norteamericanos, estas palabras “La reina, el gobierno, el país y yo preferimos tener honra sin barcos, que barcos sin honra”.

[6] Valparaíso, por orden del gobierno, había renunciado a defenderse, desartillando meses atrás el fuerte San Antonio, por lo que lo declararon un puerto comercial.

[7] Estos artificios no eran de carácter “legal” en las guerras navales, los usaba la defensa débil. No causaron daño, pues no funcionaron (Basadre p. 276)

[8] Dentro de ellos un capitán de artillería chileno Juan Salcedo, el ingeniero colombiano Cornelio Borda y el coronel peruano Toribio Zavala (quedó herido, muriendo a los pocos días), hermano del ministro de marina español, Juan Zavala (Basadre p. 288)


 
 

BIBLIOGRAFÍA:

BASADRE, Jorge (2005). Historia de la república del Perú 1822-1933. Tomo V. Ed El Comercio

PONS Muzo, Gustavo (1966). Historia del conflicto entre el Perú y España. Ed. Iberia


 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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