Reseña : El Pueblo de Lima durante la Independencia


 

RESEÑA: “EL PUEBLO DE LIMA DURANTE LA INDEPENDENCIA”

 

                            César Huertas Rodríguez

 

MONTOYA, Gustavo (2022): El Pueblo de Lima durante la Independencia. Lima. Municipalidad Metropolitana de Lima

 

Montoya es un historiador sanmarquino peruano, con una fecunda labor en trabajos de investigación de historia de nuestro país, particularmente de la independencia, entre sus libros que me permito recomendar están La Independencia del Perú y el fantasma de la revolución (2002) así como la Independencia Controlada. Guerra, gobiernos y revolución en los andes (2019).

En esta oportunidad el autor ha escrito un pequeño volumen sobre la situación que vivió el pueblo de Lima durante la gesta emancipadora. Libro publicado con el auspicio de la Municipalidad Metropolitana de Lima dentro de la serie Minilibros, de fácil acceso en internet.

Si bien es cierto la mayoría de estos pasajes de nuestra vida nacional es ampliamente conocida, Montoya, nos plantea el rostro de la plebe en Lima y de acuerdo con la nueva historiografía intenta darle un enfoque de abajo hacia arriba, es decir la repercusión que pudo tener en los hechos importantes el sentir del pueblo y sus propias preocupaciones dentro de un ambiente incierto y cambiante, ya que Lima fue tomada por los realistas 3 veces posteriormente a la independencia.

Es pues, una perspectiva diferente a la tradicional donde los acontecimientos históricos están basadas en las hazañas de los grandes protagonistas y el acontecer alrededor de ellos.

Es importante en esta narración las características del pueblo limeño, que ha sido también descrito por viajeros durante la independencia (O’Phelan, Lohmné, 2017) que han servido de base para describir los sucesos desde otro punto de vista, no del tradicional.

Como todos conocemos en Lima y en el Perú existía una sociedad estamental, formada por una pirámide en cuya cúspide estaban los hispanos y en sus bases los indígenas, esclavos y castas, pero por otro lado Montoya afirma que todos participaban y compartían espacios comunes, como la plaza, el mercado, las procesiones y festividades cívicas (p.17) . Por lo que puedo inferir que había una mayor “democracia” de la que hubo posterior a la independencia y aún más cuando apareció la teoría de la raza [1].

Se ha hablado mucho de la pasividad de los limeños frente al movimiento independentista o abusos dictatoriales. Pero, el autor nos dice que, si ha habido algunos momentos, donde el pueblo se ha enfervorizado y tomado las armas, y uno de ellos ocurrió el 2 setiembre 1821, cuando en una presentación teatral en Lima, con la presencia de San Martín, se habían enterado de la cercanía de Canterac y sus tropas. Ante la arenga de San Martín, tanto la muchedumbre en el teatro, como después la población limeña, efectuaron manifestaciones patrióticas y una movilización general para defender las murallas de Lima (p. 23), lo que me recuerda la defensa de Lima frente a los chilenos.

Montoya nos da una semblanza del pueblo limeño durante el desembarco de San Martín en Pisco y su posterior acercamiento a Lima. Dentro de las murallas había incertidumbre, zozobra y miedo frente a la invasión de San Martín, no estaban convencidos de la Independencia, gran parte de la plebe. A esta situación se sumaron otras condiciones que empeoraron lo descrito.

En principio había una fuerte epidemia debido a la alta temperatura en la capital, ocasionada por el fenómeno del Niño, que afectó seriamente a la población igual que a las tropas tanto realistas como patriotas, que se encontraban en Huara. La guerra a sangre y fuego que se temía era aún más alentada por el espanto que tenían que se levanten los esclavos y los indios de la ciudad, en forma similar como había sido no hace tiempo en Haití [2] y Santo Domingo. Así mismo estaban aún los efectos de la revolución de Tupac Amaru II en 1780 y sus 100,000 muertos.

En segundo lugar, habían aparecido grupos de pobladores armados de los valles cercanos a la capital, que se les denominarían montoneras que hostigaban a las tropas realistas, pero también en algunos casos cometían latrocinios. Formado por esclavos, mestizos y castas, con un capataz a cargo.

En tercer lugar, Lima padecía de hambre; el puerto estaba bloqueado por la marina chilena a cargo de Thomas Cochrane, por lo que no llegaban abastecimientos por mar ni por tierra. Además, Lima se encontraba en una situación de pobreza, las diversas campañas realistas contra los patriotas habían demandado ingentes egresos no solo del fisco sino también del Consulado [3].

La otra gran movilización política por la población limeña fue contra Bernardo Monteagudo (San Martín se hallaba en Guayaquil con Bolívar) para deponerlo y sea expulsado del país, pues ya no solo iba a deportar españoles sino también a los partidarios de la causa republicana, sucesos que aparecieron en la publicación Lima justificada en el suceso del 25 de julio (1822). Esta acción fue instrumentada por Riva Agüero [4], que a la postre le serviría como un respaldo político, cuando el Ejército, dos años después, apoyado por el pueblo limeño depondría a la Junta Gubernativa e impondría al Congreso a José de la Riva Agüero, como nuevo presidente (enero 1824).

Este primer golpe de la nueva república se produjo por las derrotas militares frente a los realistas, promocionadas por la Junta Gubernativa, en Torata y Moquegua. Durante este inédito movimiento del Ejército contra el Congreso y la Junta Gubernativa aparecieron partidarios de Riva Agüero, tanto en Lima, en el Norte y Centro del Perú, denominados los volantusos [5], cuyo líder era Mariano Tramarria, acaudalado comerciante limeño (p. 53).

Grupo compuesto por sectores populares, castas, libertos y mestizos, que los vinculaban con los jacobinos de la revolución francesa y que Rubén Vargas les da el nombre de partidarios, como si fueron miembros de un partido, que van a tener injerencia a favor de Riva Agüero durante su participación política. Participación que fue breve por sus disidencias con el Congreso y la gran derrota en Zepita de las tropas patriotas frente a los realistas, nuevamente [6].

Cuando Bolívar llegó a Lima el 1 setiembre de 1824 declaró la movilización militar, ahora, si buena parte de los limeños acudió a las armas, así mismo se habían formado Guardias Cívicas que tenían función de policía dentro de las ciudades.

Debo añadir que aún no hay mucha investigación respecto a la plebe limeña y de los montoneros, pese a que estos últimos cumplirían a cabalidad en las misiones asignadas en las batallas que estaban por venir para la finalización del poderío hispano en el Perú y Sud América.

Infiriendo lo narrado por Montoya, podría aseverar que la primera guerra civil en el Perú, después del 28 julio 1821, fue la de Riva Agüero contra Torre Tagle; poco después en las campañas de Bolívar se enfrascaría la segunda guerra civil, ya que no todos estaban a favor de la república (p.74). Mas adelante, durante la década del 30 vendrían más guerras civiles y la anarquía militar en los 40’s.

La obra, aparte de ser breve tiene una redacción es ágil, amena, de fácil entendimiento e ilustrada con magnificas estampas a colores de Pancho Fierro.

 

[1] Concepto que aparece en el siglo XVIII:” La raza es una construcción social que se utiliza para clasificar a las personas. La raza se construyó como sistema jerárquico de agrupación de los seres humanos, y se generaron clasificaciones raciales para identificar, diferenciar y marginalizar algunos grupos en las diferentes naciones, regiones y en el mundo” https://www.genome.gov/es/genetics-glossary/Raza.

[2] De 1791 a 1804 se había producido la rebelión de esclavos negros en Haití, quienes mataron sin ninguna discriminación a todos los blancos.

[3] Se denominada Consulado a la corporación de importadores, exportadores y grandes comerciantes de la Lima virreinal.

[4] José de la Riva Agüero se hallaba de presidente (Prefecto) de Lima. Se sentía postergado por San Martín, ya que no formaba parte del gobierno.

[5] Palabra antigua que significaba mal trajeado, desaliñado.

[6] Fue un desastre la campaña liderada por Santa Cruz, de 5,000 hombres que se embarcaron en Lima, apenas regresaron cerca de 1000.

 

BIBLIOGRAFÍA:

O’PHELAN, Scarlett y Lomné, Georges (2017). Viajeros e Independencia: La Mirada del Otro. Lima. Fondo Editorial del Congreso.

VARGAS, Rubén (1997). Historia General del Perú. Volumen VIII. Barcelona. Carlos Milla Bartres.

 


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