MARISCAL NIETO. EL QUIJOTE DE LA LEY


 Por: César Huertas

No es fácil encontrar hombres ejemplares en la historia de nuestra vida nacional, creo haber encontrado a uno de ellos, quien, pese a no tener grandes monumentos ni reseñas, fue un hombre que ayudó a construir el Estado que fundó San Martín.

Me refiero al Mariscal Domingo Nieto, llamado también el Quijote de la Ley, por Juan José Vega, porque una de sus principales características es que era un hombre leal a preceptos y leyes del Estado, que no sucumbió a las ansias de poder, que era característico en dichos tiempos y mas bien su comportamiento fue ejemplar.

Estuvo sometido a lisonjas y tentaciones por varios mercaderes de ascensos y puestos de poder, como Gamarra, Salaverry, Santa Cruz, Casimiro Olañeta y otros. Nunca cedió, pensaba y decía con justa razón que la historia lo juzgaría en los difíciles momentos que vivió nuestra patria. Y los mencionados anteriormente lo trataron con respeto por su integridad y a la vez distancia porque no se sometía a sus dictámenes.

Este insigne moqueguano se enroló en mayo 1821 en el ejército patriota en Moquegua, durante la campaña del Tte. Crl. Miller y tuvo su bautizo de fuego con bastante éxito en la Batalla de Mirave [1]. Posteriormente bajo la Junta Gubernativa y José de la Riva Agüero participó en las dos expediciones de Intermedios, al sur del país, donde sufrieron sendas derrotas las tropas patriotas [2]. Mas adelante como Mayor participaría en Junín y Ayacucho con los Húsares de Junín y poco después en la campaña del Alto Perú, bajo las ordenes de Sucre.

Luego lo tenemos como comandante en la guerra con la Gran Colombia, donde su fama se acrecienta al ganar a su desafiante colombiano José María Camacaro [3], donde al más estilo medieval, lanza en ristre lo eliminó, delante de las tropas de ambos.

Después de la guerra, como coronel, es nombrado prefecto en Arequipa [4]. En este lugar recibe la noticia de la insurrección de Bermúdez y Gamarra frente a Orbegoso, que originó una guerra civil. Nieto como en otras oportunidades optó por el lado de la ley, sumándose a él Castilla.

Lamentablemente fueron derrotados por las huestes de Gamarra, comandadas por San Román, por lo que se retiraron a Tacna. La guerra civil llegó a su fin por el “Abrazo de Maquinguayo”, pero la paz fue efímera, ya que Salaverry se rebeló contra Orbegoso, abriendo una nueva guerra civil. Esta demás agregar que Nieto continuó al lado de Orbegoso, quien había sido nombrado por la Convención Nacional, que le daba legalidad a su nombramiento.

Esta segunda guerra civil fue el origen posterior de la invasión al Perú de dos ejércitos, primero el boliviano con Santa Cruz y luego el chileno con Bulnes. En ambos ejércitos había oficiales y soldados peruanos. Panorama complicado para las lealtades y tomar partido para muchos de los protagonistas que participaron en estas contiendas.

La misma dificultad la tuvo Domingo Nieto, moqueguano y muy reconocido en Arequipa durante su estancia como prefecto. Menciono ello porque las ciudades del Sur veían con simpatía la Confederación con Bolivia. No obstante, Nieto no veía con buenos ojos la condescendencia que tenía Orbegoso con Santa Cruz, por lo que se alejó y fue nombrado prefecto en Trujillo (perteneciente al Estado Nor Peruano).

Pero al enterarse de la segunda expedición chilena al mando de Bulnes [5] que se dirigía hacia Lima, Nieto arma un ejército en el Norte y se dirige a Chancay, en coordinación con Orbegoso, que estaba en Lima. Orbegoso, presionado por Nieto, separa el Estado Nor Peruano de la Confederación. Sin embargo, los chilenos desembarcan en Ancón y poco después se produce la Batalla de Guía [6], con victoria para los invasores y la ocupación de Lima.

Nieto se exilia en Ecuador, luego pasaría a Piura, donde se entera de la derrota de Ingavi, la muerte de Gamarra y la invasión del ejército boliviano a Puno y Tarapacá, por lo que se reincorpora al ejército, no llegándose a producir un enfrentamiento, dado que se firmó la paz. Dentro de las disputas por el poder, a la muerte de Gamarra, apoya a Vidal contra Rufino Torrico, a quien lo derrota en Agua Santa (17 oct 1842). Mas adelante Vivanco, otro aspirante al poder, convertido en Dictador del Perú lo deporta a Chile, junto con Castilla, Mendiburu, Bermúdez y Cisneros.

Ellos son los que harían la revolución a Vivanco, desembarcan en Tacna y convencen a las autoridades a rebelarse contra Vivanco. Libran varias batallas contra las fuerzas del gibierno, lamentablemente Domingo Nieto, enfermo del hígado, murió en el Cusco el 17 feb 1844, a los 41 años, por lo que quedó inconcluso su último afán de darle estabilidad al país. Acción que le compitió a su camarada y amigo de armas el General Ramón Castilla, quien asumiría la presidencia del Perú.

Hay muchas semblanzas sobre Domingo Nieto de ilustres historiadores, me quedo con la de Rubén Vargas, padre, citada por su hijo de igual nombre. Nieto era un hombre que distinguía “entre el político ambicioso, del aplauso de la posteridad y el caballero distinguido y esclavo del honor y su palabra”

 

 

[1] En Mirave (Moquegua) también se presentaron tres jóvenes procedentes de Arequipa, Salaverry, Vivanco y Echenique (todos serían presidentes). Esta batalla es una de las pocas victorias del Protectorado de San Martín frente a las tropas realistas

[2] Después de San Martín, tanto la Junta Gubernativa como el presidente Riva Agüero, tuvieron sendas derrotas en Torata y Moquegua y un año después en Zepita (Puno).

[3] El comandante colombiano José María Camacaro se había caracterizado en las batallas de la independencia por su arrojo y valentía, acompañado por un buen físico.

[4] La prefectura de Arequipa comprendía Moquegua, Tacna, Arica y Tarapacá.

[5] Acompañaban a Bulnes, Gamarra, Vivanco, Castilla, Pardo y Aliaga entre otros peruanos.

[6] Portada antigua de Lima (Caquetá). La batalla de pierde por la defección de la caballería peruana, el impulso de Castilla y la improvisación de Orbegoso.

 

BIBLIOGRAFÍA:

BASADRE, Jorge (1930). Iniciación de la República. Tomo II

DENEGRI, Félix (1975). El Gran Mariscal de los ejércitos del Perú.

VARGAS, Rubén (1971). Historia General del Perú. Tomo VIII. Barcelona. Carlos Milla Bartres.

VEGA, Juan José (2000). El Mariscal Domingo Nieto. Diario La República. 9 abril, p. 29

 

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