PROTAGONISTAS DE AYACUCHO


 Por: César Huertas

El día 10 de Diciembre se llevó a cabo un Seminario Internacional denominado “La Independencia en debate. Diálogos desde el Bicentenario”, organizado por la PUCP. En una de las sesiones se trató sobre la Batalla de Ayacucho, con los historiadores Nelson Pereyra (peruano), Juan Marchena (español), Alejandro Rabinovich (argentino), de la cual me permito compartir algunos pasajes.

Para tener un mejor análisis de los protagonistas de Ayacucho, el historiador Juan Marchena, con los files de los oficiales, ha efectuado un análisis de dichos protagonistas, estima conveniente saber edades de algunos de ellos. Por el lado realista Carratalá: 32, Pardo, 35, Ferraz: 32, García Camba: 31 años. Por el lado patriota, Sucre: 29, Córdova 25, Plaza 32, López: 21.  Para el siglo XIX eran jóvenes. El abuelito era La Serna con 54 años. Ello para darnos una idea de la madurez y experiencia que tenían los combatientes en el contexto político que vivían.

Documentación sobre esta batalla obra en el parte de guerra de Sucre del 11 de diciembre, en las crónicas de Manuel Antonio López (colombiano) y Memorias de Miller(inglés), entre otras.

Por otro lado, Marchena también ha determinado su procedencia militar, en el caso de los hispanos algunos eran estudiantes en universidades cuando se produjo la invasión napoleónica a España, y tomaron las armas para defender a su país.

Según Nelson Pereyra fue una batalla con características napoleónicas, similar a la Austerlitz, había combatientes de diversos países que habían participado en dichas batallas, entre ellos La Mar, La Serna, Canterac, Valdez. Además, circulaba información sobre las tácticas y estrategias de Napoleón Bonaparte. Fue una batalla llena de protocolos como la firma de la Capitulación

No fue una rendición sino capitulación, es decir un acuerdo con negociaciones que duraron de las 6 pm del día 9 hasta las 10 am del día siguiente. Canterac lo propuso a sus Jefes, en ausencia de La Serna, que estaba herido, sus oficiales aceptaron la capitulación. No fue una rendición, podían llevarse sus pendones y estandartes y se les pagaría el viaje de retorno a España, entre otros acuerdos.

Gerónimo Valdez uno de los más aguerridos realistas, fue acusado en España por su segundo Sepúlveda, que no había puesto tanto empeño en esta batalla, lo cual el demostró que no era cierto.

Los historiadores concuerdan que fue una batalla muy sangrienta con alrededor de 1,400 muertos, Alejandro Rabinovich, considera que más que una batalla fue una masacre. Según este mismo autor se enfrentaron 6,000 patriotas (en las filas peruanas costeños y andinos del norte) vs 7,000 realistas (salieron del Cusco 10,000 combatientes), no era tan dispares la cifras. Hay que tener en cuenta que el Alto Perú, con el General Olañeta a la cabeza, se había rebelado contra La Serna, liberal, y Olañeta era conservador y absolutista, habían llegado a sus oídos que los liberales de España iban a llegar al Perú con facilidades de La Serna.

Para esa fecha la situación contextual no pintaba bien, O’Higgins que apoyaba la revolución independentista había sido derrocado, Buenos Aires en sus propios problemas no le interesaba en lo más mínimo estos acontecimientos. El Perú se hallaba dividido en facciones y empobrecido por una guerra de 4 años. Bolívar tampoco la tenía fácil, tenía problemas con Santander, vicepresidente de la Gran Colombia, que lo excluye del mando del Ejército Libertador.

Ambos bandos llegan cansados y con poco material bélico para dicho encuentro, si esto no sucedía posiblemente negociaban. Por otro lado, la participación de los combatientes acumulaba deudas de sus respectivos Estados en pagas y recompensas, que serían financiados más adelante con empréstitos de Inglaterra.

Y al no recibir la paga y recompensas esperadas las guerras van a continuar, así la intervención del Perú en Bolivia, la Gran Colombia, otra vez Bolivia y así continuaron, estableciéndose gobiernos militares, los hombres a caballo ya no se bajaron del caballo hasta no ver colmada sus pretensiones. Párrafo aparte lamentablemente morirían asesinados a temprana edad Sucre a los 32 y Córdova a los 30 años.

Igual sucedió con los hispanos, que a su regreso les decían “los Ayacucho”, no se bajaron del caballo y participaron de las guerras carlistas con un resultado de 1 millón de muertos. Algunos llegaron a ser Ministros de Guerra.

Se ha especulado sobre si fue real la batalla o estaba pactada de antemano, no hay pruebas al respecto. Quizás hay una confusión con el abrazo fraterno que se dieron en la madrugada del día 9 los hermanos y parientes que estaban en distintos bandos, previo acuerdo. Marchena habló sobre dos hermanos Ferraz, españoles, que al principio se insultaron y terminaron en un fuerte abrazo

Considero a estas líneas un aperitivo de lo que se puede hallar de aquí a 2024, el bicentenario de la Batalla.

De acuerdo a la arqueóloga Milena Vega Centeno se cree que exista una fosa común en la Pampa de la Quinua, apareció el día 9 en el diario La República. www.larepublica.pe/cultural/2021/12/09/milena-vega-centeno-en-pampa-de-la-quinua-habria-una-fosa-comun-de-soldados-de-tropa-ayacucho/

Comentarios

  1. Muy interesante artículo, nos da una mejor percepción de cuan jóvenes eran los oficiales que combatieron en la contienda, y de la situación política regional.

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  2. Se dice que la tropa libertadora estaba conformada por extranjeros, mayoritariamente de la Gran Colombia, mientras que la realista era basicamente peruanos.

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