BATALLA DE MIRAFLORES

Varios sentimientos me unen a Miraflores, mi educación primaria, los colegios de mis hermanas, el trabajo de mi padre, el Parque Central, la biblioteca y mi vivienda de hace 15 años. Es por este motivo, que recordando la fatidica fecha y el ejemplo dejado por su inmolación de muchos limeños le deseo rendir un homenaje hoy, 15 de enero.

Después de la horrendo masacre, repase e incendio de viviendas en las Batallas de San Juan y Chorrillos el 13 de enero, quedaba la última linea de defensa frente al invasor chileno, ella era los reductos de Miraflores, lugar donde se encontraron hombres, jovenes y niños de todas las profesiones y clases sociales, no había distinciones. Todos ellos con el pecho abierto para defender sus trincheras y el honor nacional a costa de su propia vida.

Es por ello que me permito hacer una transcripción que me llegó del blog Memorias de Lima, donde menciona la colaboración de César Andrade Almonacid. Lamentablemente se desconoce al autor.

"El 15 de enero último se cumplieron 137 años de la encarnizada Batalla de Miraflores, sacrificada acción del pueblo de Lima y Callao en defensa de sus familias y patrimonio; lamentablemente casi nadie recordó a nuestros héroes.

En dicha batalla 3,000 soldados del Ejército regular y 2,500 civiles agrupados en el Ejército de Reserva se enfrentaron al Ejército chileno. Al cabo de unas horas habían muerto 3,000 peruanos y 4,214 chilenos. La batalla fue sangrienta; los peruanos al verse superados fueron retrocediendo y defendiéndose casa por casa en Miraflores y en Chorrillos, las cuales fueron saqueadas e incendiadas por las tropas chilenas ebrias, que violaron y robaron todo lo que pudieron.

En el Reducto N° 2 (Av. Benavides), al mando del Ejército Regular murió el Oficial Mayor (Capitán de Corbeta del Cuerpo Político de la Armada) Dn. Juan Alfaro Arias, sobreviviente de Angamos, Héroe Naval de la Marina de Guerra del Perú.

En el Reducto N° 1 se atrincheraron los comerciantes de Lima al mando del coronel Manuel Lecca, mientras que el Reducto Nº 2 estuvo también defendido por un Ejército Reservista integrado por Magistrados y Abogados dirigidos por el Dr. Ramón Ribeyro, como también por alumnos y profesores de la Universidad de San Marcos.

En este Reducto estuvo supervisando a las bravas tropas el futuro Héroe de la Breña, entonces coronel Andrés Avelino Cáceres. Allí también combatieron dos heroicos Batallones del Callao: “Guarnición de Marina” y “Guardia Chalaca”, integrado el primero por sobrevivientes de las tripulaciones de los barcos de guerra en una Marina ya sin barcos, y el segundo con tropa de los batallones de línea y con los bomberos voluntarios chalacos, así como con maestros, operarios de aduana, pescadores, estibadores y comerciantes.

La “Guarnición de Marina” quedó casi aniquilada, pues de 500 plazas y 30 oficiales, quedaron tendidos en el campo de batalla 400 soldados y 24 oficiales.

En dicha batalla también fallecieron los jóvenes militares Dn. Enrique y Dn. Augusto Bolognesi, de 21 y 17 años, ambos hijos del Héroe de Arica, enlutando aún más a su dolida familia.

En el Reducto N.º 3 integrado por trabajadores de los mercados, se alistó el niño héroe Manuel Bonilla, alumno guadalupano de trece años, a pesar que solo se recibían mayores de 16.

Él fallece a órdenes del coronel Narciso de la Colina, también muerto. No fue el único niño combatiente, hubieron muchos más, entre ellos Alejandro Tirado y Grimaldo Amezaga.

También cayeron los heroicos Cabitos de entre 14 y 16 años de la Escuela de Clases del Ejército, que se estaban preparando para ingresar a la vida militar.

También cabe destacar el sacrificio de los heroicos alumnos y profesores del Colegio Nuestra Señora de Guadalupe como también del Colegio La Inmaculada de los curas Jesuitas.

Muchos de ellos fueron atendidos después de la batalla en su colegio, convertido en enfermería de campaña.

No hay que olvidar a los más de 200 bomberos voluntarios, muchos de ellos extranjeros como los 13 bomberos italianos fusilados en Chorrillos; asimismo a otros que quedaron heridos y fueron ultimados en el "repase" afanosamente practicado por la tropa genocida sureña.

El Reducto N.º 4 fue responsabilidad del ejército regular con la participación de los empleados del Estado organizados en el Batallón N.º 8, al mando del jefe del Ministerio de Hacienda, don Juan de Dios Rivero.

Estas son solo algunas pinceladas de la Gesta heroica de un solo día en una guerra que duró varios años, siendo necesario recordarla más aún ahora cuando Lima y nuestra sociedad viven una transformación degradante y acelerada".

Algunas reflexiones:  

En San Juan, Chorrillos y Miraflores, perdimos a lo mejor de nuestra juventud y profesionales que hubieran sido de gran provecho para el desarrollo futuro de nuestro país.

Exista amplia bibliografía respecto a esta aciaga guerra, pero si buscan en Internet no existen publicaciones de artículos en revistas de autores peruanos y en revistas calificadas respecto a esta batalla. 

Ante horas oscuras de nuestro país que estamos viviendo, debemos siempre recordar que hubo almas generosas que entregaron su vida en momentos muy dificiles de nuestra patria.

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