BRITÁNICOS EN LA INDEPENDENCIA


 Por: César Huertas

En esta entrega veremos la participación exitosa que tuvieron algunos británicos en la independencia de América del Sur, particularmente en el Perú.

Como contexto diremos que los ingleses al igual que españoles y franceses habían tenido muchas guerras durante el siglo XVIII, siendo España el que había quedado más debilitado militarmente, y ello se incrementó mucho más con la invasión napoleónica a España, que duro desde 1806 hasta 1813.

Coincidiendo ese período con la efervescencia en las colonias de América del Sur de movimientos libertadores, por lo que España no podía enviar los refuerzos necesarios para sofocar dichos alzamientos. La única expedición importante fue la del General Pablo Morillo de 15,000 hombres en 1815, que inicialmente estaba destinada al Virreinato del Río de la Plata, pero finalmente desembarcó en Tierra Firme [1] para combatir la insurrección en tierras venezolanas.

En lo que respecta a Inglaterra, me permito considerar, que dentro de los planes de la política inglesa no estaba el invadir las colonias de América del Sur y reemplazar a los españoles, su política, algo encubierta al principio, fue la de ayudar a subvertir a las colonias para que se independicen de España y establecer nuevos gobiernos para que su comercio se amplié y colocar sus exportaciones, en otras palabras, crear una nueva dependencia con las nuevas repúblicas, esta vez económica, como a la postre lo logró.

Esta idea venía desde finales del siglo XVIII, materializada en el Plan Maitland; este Plan era del escocés Thomas Maitland que esbozaba como invadir a Buenos Aires, Chile, Lima y Quito. En esa dirección, atravesando la cordillera de los Andes.

Este Plan no se llevó a cabo por diferentes razones, una de ellas fue el apoyo que le brindó Inglaterra a España durante la invasión napoleónica, de manera tal que fueron aliados. Según Rodolfo Terragno (2017), es posible que San Martín, luego de solicitar su baja del ejército español, durante su estadía en Londres y Escocia se haya enterado de este Plan.

Conforme fueron terminando las guerras napoleónicas, quedaban muchos europeos sin su trabajo de guerreros, muchos de ellos llegaron a diversas zonas del subcontinente con la finalidad de ser contratados o buscarse la vida.

Nos compete ver la actuación de los británicos. Uno de los primeros contingentes que llegó a Venezuela fue la Legión Británica que se pusieron a las órdenes de Bolívar, soldados y oficiales procedentes de Irlanda, Escocia e Inglaterra, en un número de 5000 a 7000 hombres, que acompañaron a las tropas colombianas hasta Ayacucho. Muchos de ellos como el irlandés Daniel O’Leary, secretario de Bolívar, continuaron en el ejército de la Gran Colombia.

Tal como lo señala Ángel Lombardi:

No hay duda de que Bolívar aprovechó la presencia de oficiales extranjeros para disciplinar mejor al Ejército y que utilizó, desde entonces, a los regimientos legionarios, como soporte fundamental en campañas decisivas como la que se hizo en la Nueva Granada en 1819 y luego sobre Venezuela en 1821. (p. 375)

Cuando San Martín llegó a Chile y planea la expedición libertadora hacía el Perú, necesitaba un buen comandante de una flota, por ello envío a su amigo Antonio Álvarez Condarco a Europa, quién en Londres contacto con Thomas Cochrane, noble de prestigio social y guerrero. Cochrane aceptó, lo recibió el mismo Bernardo O’Higgins, Director Supremo de Chile, en Valparaíso y lo hizo ciudadano chileno.

El Almirante Cochrane hizo dos expediciones con la flota chilena hacia el Perú, la primera de reconocimiento y amedrantamiento, recalando en puertos norteños llegando a Paita. La segunda, que es conocida por todos, fue la que desembarcó en la Bahía de Paracas. Es preciso señalar que realizó una notable labor durante su desempeño en las costas del Perú, sin embargo, Cochrane nunca se puso bajo el mando de San Martín, no lo consideraba tan competente como él. Asimismo, tuvo varios desencuentros sobre las decisiones del Libertador.

Por último, al no obtener paga de San Martín para sus tripulaciones, optó por asaltar un buque acoderado en Ancón donde estaba el Tesoro Nacional, para hacerse cobro de los salarios y regresar a Chile con sus buques [2]. San Martín que ya había previsto la creación de una Marina peruana, designó a Martín Guise, uno de los lugartenientes de Cochrane, para que tome a cargo esta responsabilidad.

Martín Guise, marino irlandés, al ser desmovilizado en Inglaterra, con sus propios medios construyó un bergantín para plegarse a la causa revolucionaria de América del Sur, llegando a Uruguay y Río de la Plata, ofreciendo sus servicios y el buque. No encontró una respuesta favorable, sin embargo, conoció a San Martín, a quién se plegó para cruzar la cordillera.

En Chile tuvo desencuentros con Cochrane, quien era el jefe de la flota. Le dieron el comando de uno de los buques de la expedición libertadora. Al marcharse Cochrane del Perú, San Martín lo nombró a cargo de la nueva flota peruana. Tuvo una muerte heroica en la Guerra con la Gran Colombia en 1829, durante el bloqueo a Guayaquil. (Romero, 1994)

Otro británico de notable participación en la Independencia fue Guillermo Miller, diría el que más interiorizó con la causa peruana, fue infante de marina, lideró guerrilleros, soldados, en muchas batallas y estuvo en varios episodios del inicio de nuestra república.

Inicialmente llegó a Buenos Aires con otros compatriotas a combatir por la independencia, luego es edecán de San Martín durante la travesía a Chile. Por falta de marinos, le dan despacho de marino para capitanear el Lautaro, formando parte de la Expedición Libertadora; estuvo en Junín liderando la caballería, luego en Ayacucho.

Sus días terminaron aquí, descansando sus restos como el Mariscal Guillermo Miller, al igual que Martin Guise en el Panteón de los Proceres.

Otro marino importante, creador de la marina argentina, fue Guillermo Brown, en forma similar a Martin Guise llegó a las costas argentinas con un buque de su propiedad, inicialmente en gestión comercial para después pasar a tomar parte de las luchas independentistas contra los realistas, llegando a ser el comandante de la flota rioplatense. También participó en la guerra contra el Imperio del Brasil. El final de su vida lo pasó en Buenos Aires, estando sus restos en el Cementerio de la Recoleta.

[1] Nombre antiguo que le daban los hispanos a las costas de Colombia en el Atlántico.

[2] Al regresar a Chile, Cochrane no recibió la paga pactada, las tierras que le fueron ofrecidas no le entregaron; su periplo lo llevó a servir en el Imperio de Brasil, para terminar sus días en Inglaterra.

 

BIBLIOGRAFÍA:

LOMBARDI, Ángel. Banderas del Rey. Los realistas y las guerras de España en América (1810 -1823). Ed. Universidad de Zaragoza.2016

TERRAGNO, Rodolfo. Maitland & San Martín. Universidad Nacional de Quilmes. 2017

ROMERO, Fernando. Guise y la aurora de la Armada Republicana. Marina de Guerra del Perú. 1994

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